
El debate de ayer en el Congreso, que se inició con una comparecencia del presidente del Gobierno dedicada a contarse mentiras a sí mismo, fue una bufonada intolerable para una democracia avanzada. No hubiese sido
El debate de ayer en el Congreso, que se inició con una comparecencia del presidente del Gobierno dedicada a contarse mentiras a sí mismo, fue una bufonada intolerable para una democracia avanzada. No hubiese sido