Iago Fuertes, la promesa del pádel gallego, puntúa en el ránking mundial: «Después de un campeonato me gustaría relajarme, pero toca estudiar»

Elba de la Barrera Agulló
Elba de la Barrera FERROL / LA VOZ

DEPORTES

Senén Rouco

El naronés sumó en Sicilia sus primeros ocho puntos tras clasificarse para octavos de final en la que fue su mayoría de edad con la pala, con solo 15 años

13 abr 2025 . Actualizado a las 22:05 h.

Tiene solo quince años, pero su palmarés mete miedo. La gran promesa del pádel Iago Fuertes Leonardo (Narón, 2010) ya se ha proclamado, entre otros laureles, campeón de Europa y del mundo con la selección española  y, a comienzos de este mes, se estrenó en el circuito profesional absoluto en Sicilia. Celebró su mayoría de edad con la pala, formando pareja con el experimentado Ricky Martínez (Yecla, 1988), en una prueba que el naronés logró alcanzar los octavos de final y sumar sus primeros ocho puntos en el ránking internacional.

 
 
 
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No obstante, el actual número tres de España en categoría cadete, no se libra de las mundanas obligaciones de todo adolescente como llevar los deberes al día, aunque toque hacerlos en el asiento trasero de un coche volviendo de alguna competición disputada a lo largo y ancho del territorio nacional. «De lunes a viernes voy al IES de Canido, que no es una cosa que me encante, pero soy consciente de que es muy importante y hay que aprovechar el tiempo», indica.

JOSE PARDO

Pero, ¿cómo es el día a día de una estrella en ciernes? Además de intentar escaparse a entrenar algunos días antes del instituto, según explica su padre, Iago acude al Centro de Pádel de San Mateo por las tardes y, una vez finalizado el entrenamiento con Mateo García de los Reyes, acude a hacer preparación física. Después de eso, subraya, «me pongo siempre con mi madre a estudiar». Hay quien compara su talento en el pádel al de Leo Messi en el fútbol, pero este quinceañero evita pensarlo y solo se centra en ir mejorando para, admite, «ver si puede haber la posibilidad de dedicarme a esto profesionalmente».

El sueño, como todo chaval de su edad, se lo quita mucho más el inglés. La asignatura, reconoce, que más se le atraganta. «Estoy insistiendo porque sé que es muy importante para el pádel y los viajes», subraya antes de dejar claro que, aunque el ritmo de competición que lleva no le permite hacer tantos planes con sus amigos como le gustaría, no cambia el pádel por nada. Sus primeros pinitos los hizo, rememora, a los seis años y bajo la tutela de Chaly Piñeiro: «Yo era un enano y me acuerdo que en las primeras bolas casi no podía con la pala. Era mucho más grande que yo, pero fue ahí cuando me enamoré del pádel», subraya.

Una pasión que, en su caso, lleva aparejado un elevado índice de talento, que ha propiciado que sus padres barajen, si se dan las condiciones, que Iago vuele del nido el año que viene para seguir formándose en una academia especializada lejos de Ferrolterra. Algo que, relata, no le amedrenta en absoluto: «Tengo muchas ganas. Ganas de ver como soy en otra ciudad y, aunque me considero una persona muy familiar, creo que puedo llevarlo bien», apunta.

Sacrificio de un campeón

Es consciente de que la recompensa de despuntar requiere de sacrificios, pero sí se permite Iago admitir que no poder paladear el éxito después de ganar un campeonato por tener examen al día siguiente es un engorro: «Después de ganar un campeonato te apetece volverte en el coche tranquilo escuchando música, pero muchas veces toca estudiar», expone entre risas este quinceañero que se confiesa fan de las batallas de gallos, de rap y también del fútbol. «No lo practico, pero me gusta verlo», apunta este naronés con el corazón dividido entre el Racing Club Ferrol y el Barcelona.

Sus retos para este 2025 desprenden un grado de madurez pasmoso: «Seguir disfrutando, darlo todo en la pista e iniciarme en el circuito profesional», enumera por ese orden. Y es que, pese a que este año se estrena en absoluta, entiende que hay margen para aprender equivocándose. «Tengo muchos años por delante y no me tengo que precipitar. Sé que puede salir un año malo, pero siempre con una sonrisa y a afrontar lo que venga», reflexiona.

Y es que, en pleno cambio físico propio del paso de la adolescencia a la madurez, Iago tiene muy presente que le toca dar el callo y no solo en la pista. Compaginar las sesiones de técnica con una buena alimentación y ejercicios de fuerza es vital en su crecimiento: «La preparación física en el pádel está evolucionando muchísimo. Antes era un deporte más de mano y de saber jugar, ser listo y ahora es mucho más físico con promesas de Holanda o Suecia, que son unas bestias», concluye el más pillo de las pistas de pádel muy consciente de que el camino a la cima del pádel es escarpado.

Mateo García de los Reyes, entrenador: «Su progresión es como la de un cohete»

JOSE PARDO

Uno de los entrenadores, que se encarga de que la transición de Iago de promesa a profesional se haga efectiva es Mateo García de los Reyes, al frente del Centro de Pádel San Mateo.

—Una palabra para definir a Iago.

—Prodigioso.

—¿Hace cuánto tiempo trabaja con él?

—Desde hace tres temporadas y media.

—¿Cuál ha sido su progresión en este tiempo?

—Vertiginosa. Ha sido como un cohete. Es un chaval que sabe cubrir perfectamente sus debilidades y es muy crítico consigo mismo.

—¿Cómo es trabajar con una estrella en ciernes?

—En el día a día es raro que Iago me escuche un adjetivo como el de prodigioso. No me toca alabarle, sino trabajar con él para que siga creciendo.

—A nivel personal, ¿qué significa poder entrenarle?

—Para mí es lo más. Llevo toda la vida dedicado al tenis y al pádel y saqué buenos jugadores, que se fueron a Estados Unidos, y para mí es un orgullo.

—¿Teme tener síndrome del nido vacío cuando Iago vuele?

—Yo en mi vida personal lo he vivido, el estar fuera de casa, y creo que es súper importante. Él tiene que estar con gente con la que pueda entrenar y aquí, poco a poco, se le va quedando pequeño. No solo en la comarca, sino a nivel Galicia y el reto está en medirse a otra gente.

—¿Qué retos tiene por delante?

—Llevarlo todo con normalidad y prestar mucha atención a su preparación física. Su pico importante de forma es para verano, que debería ser su último año en el circuito de menores. Ahora le tocará medirse a gente de nivel y no todo van a ser éxitos.

—¿Lo ve preparado para un potencial fracaso?

—Es un chico que está súper amueblado mentalmente.

—¿Los medios influyen en la preparación?

—Por supuesto. Iago compite con otros chicos que cuentan con más facilidades, más infraestructuras, clubes con muchísimas pistas y jugadores. Llevo muchos años en esto y como él no he visto nadie.

El mundial de menores y el campeonato de España, sus citas clave

El sistema de puntuación, asimétrico en España por territorios por el número de pruebas y de licencias, complica a Fuertes ostentar el número 1 del ránking nacional. No obstante, lo verdaderamente clave para él, más allá de su debut en categoría absoluta, es el campeonato de España y poder volver a formar parte de la selección nacional para acudir al Mundial e intentar revalidar el oro. La cita, con lugar y fechas todavía por definir, podría disputarse en torno al mes de septiembre.