Reabre el centro cívico de O Birloque, el lugar donde se baila los miércoles

Carlos Portolés
C. Portolés A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Eduardo Pérez

Las reformadas instalaciones albergarán todo tipo de cursos y actividades para los vecinos del barrio

09 abr 2025 . Actualizado a las 22:12 h.

Quiso el destino que la reapertura del centro cívico de O Birloque fuera el mismo día que el cumpleaños de María Luisa Varela, presidenta de la Federación de Asociaciones Vecinales. «Llevabas tanto tiempo pidiéndonoslo que no se nos ocurría una fecha mejor», bromeaba la alcaldesa Inés Rey después de fundirse con los presentes en una entonada interpretación del cumpleaños feliz.

Acudió mucha más gente de lo esperado. Tanto residentes del barrio como curiosos de otros puntos de la ciudad. «Esto es un cambio enorme para los vecinos. Estamos deseando que empiecen a ofrecer todo tipo de actividades. Especialmente cosas para la gente mayor, como talleres de memoria», dice Patricia Lledías, una de las asistentes, con una sonrisa de oreja a oreja. Pero también hay quien apareció con enmiendas preparadas. «Lo que tienen que hacer es abrir una cafetería», comenta un señor entre el gentío.

Rey, numerosamente acompañada, celebró que, por fin, se haya materializado un proyecto que el gobierno juzgó de justicia. «O centro cívico fai barrio e fai cidade. É un lugar de encontro para os veciños», apuntaba en su discurso inaugural.

Danzas prometidas

Según recordó la mandataria municipal, la rehabilitación de este edificio fue posible gracias al millón de euros recibido a través de un trámite iniciado por María Rivas, subdelegada del Gobierno, que también estuvo presente en el acto este miércoles por la tarde.

«A partir do luns haberá un encontro participativo para que os veciños poidades opinar sobre qué tipo de actividades queredes neste centro, pero sabendo desde xa que os mércores están reservados para os bailes», remataba la alcaldesa mientras decenas de concurrentes, presumiblemente aficionados a esas prometidas danzas, asentían enérgicamente con la cabeza en señal de que sí, de que los miércoles no se los quita ya nadie. Como al Birloque ya no le quitan su centro cívico.