Ahora que se habla en Europa de inversiones en gasto militar no viene mal recordar a Jeep, cuyos inicios fueron precisamente en vehículos para este uso en conflictos bélicos.
Las empresas se enfrentan a un entorno complejo marcado por los desafíos del sector para reducir emisiones y ante la amenaza del auge de los gigantes chinos
El otoño, con sus temperaturas suaves, sus lluvias, sus terrenos embarrados y el contraste de la luz en la ciudad, parece una estación hecha para ser disfrutada a bordo del Jeep Avenger.
Nació en 1966 en EE.UU. como una variante más del famoso Jeep Willys. Vestido con un aire de elegancia y confort, sin renunciar a su naturaleza todoterreno, introdujo un concepto con el que pretendían atraer a nuevos públicos, donde el ocio de aventura estaría presente sin olvidar las labores diarias.
En el desarrollo del Jeep Avenger Eléctrico, pionero en la nueva era de la marca, se ha puesto un gran cuidado en sus prestaciones todoterreno, que no tienen nada que envidiar a las versiones térmicas, con una autonomía, que puede llegar a los 400 kilómetros.