
Cuatro helicópteros, un avión y un dron de última tecnología militar participaron en un simulacro del Ejército en el mar
09 abr 2025 . Actualizado a las 20:23 h.Elevar la cabeza hacia el cielo con una expresión incrédula fue un gesto muy repetido a lo largo del miércoles en Barbanza. No era para menos, puesto que el despliegue del Servicio de Búsqueda y Salvamento Aéreo (SAR), del Ejército del Aire y del Espacio, en el litoral gallego mostró el potencial de la flota española para atender un incidente en el mar. En total, cinco helicópteros, un avión y un dron de última tecnología militar surcaron los cielos con el objetivo de realizar un simulacro de accidente aéreo en el que tuviese que realizarse un rescate en el océano.
Las aeronaves Super Puma del 802 Escuadrón de Las Palmas, NH-90 del 803 Escuadrón de Cuatro Vientos, AW-119 de Portugal, HH-39 de Italia y la de la Guardia Civil operaron desde el aeródromo de Lavacolla, en Santiago. La intervención estuvo supervisada por un avión Delta 4 con base en Palma de Mallorca y contó con la presencia del MQ-9 Predator del Ala 23 de Talavera de la Real, controlado a distancia desde Badajoz. Para este dron el simulacro en la ría de Muros-Noia supuso su puesta de largo en un ejercicio de búsqueda de supervivientes de un accidente aéreo. El artilugio, además, tiene capacidad para tomar imágenes a más de veinte mil pies de altura.
El teniente coronel Fernando Pazos, segundo jefe del SAR y coordinador del operativo, destacó algunas de las capacidades del Delta 4 utilizado durante la jornada de ayer. Puso énfasis en sus cámaras electro-ópticas, infrarrojos y radar. Estas herramientas permiten realizar una búsqueda de náufragos en el mar o de supervivientes de un accidente aéreo en tierra.
Distintas ventajas
«Vuela en un nivel superior a los helicópteros, por lo que puede hacer de coordinación de esos medios. Les va asignando zonas de búsqueda. La ventaja que tiene el Delta 4 sobre el helicóptero es que cuenta con más alcance y más velocidad. Eso, en una situación de emergencia en la que hay que salvar vidas de náufragos o de víctimas de un accidente aéreo, es muy importante», destacó Pazos.
El ejercicio consistió, en síntesis, en simular un siniestro entre dos aviones biplaza. En el supuesto, las aeronaves colisionaron y sus tripulantes cayeron en distintos puntos de la ría de Muros-Noia. Para acercarse lo máximo posible a una situación real, se utilizaron muñecos de unos 80 kilogramos de peso y flotadores gigantes para tratar de imitar a los restos de un avión.
La misión fue localizar a las supuestas víctimas, rescatarlas y transportarlas a la base en Santiago de Compostela. Después de varias horas de entrenamiento, la tarea se dio por completada con éxito. La previsión es que a lo largo de la jornada del jueves el Ejército del Aire y del Espacio vuelva a realizar el simulacro, por lo que se insta a la población a no asustarse ante el despliegue en el cielo.
Además de los medios militares, en el operativo también participaron prestando apoyo desde tierra profesionales del 061 y del 112, además de la Cruz Roja. Desde el mar prestaron apoyo medios del SAR y de la Guardia Civil.