España propone marcar los delfines que se capturan para conocer su deriva
SOMOS MAR

El jefe de área de Biodiversidad Terrestre y Marina explica en Sada que que la mayor abundancia de cetáceos está relacionada con la extraordinaria recuperación de las pesquerías pelágicas en el Cantábrico
05 abr 2025 . Actualizado a las 04:45 h.A Rafael Centenera, jefe de área de la Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina, no hay quien lo apee de que los varamientos de delfines que se registran en la costa gallega en verano están ligados a la irrupción de los arrastreros pelágicos franceses e irlandeses en la pesquería del bonito. Ya lo dijo en un foro de pesca hace un año en Cantabria «y lo repito ahora», en Sada. Como también está convencido de que muchos de esos cetáceos que llegan muertos a Galicia en invierno llegan de Portugal. Precisamente por eso los ministerios de Pesca y Transición Ecológica, al que ahora está adscrito Centenera, están trabajando para que la flota, además de anotar en el diario electrónico de pesca (DEA) las capturas accidentales, les coloque una brida numerada en caso de ser devueltos muertos al mar —en ocasiones es necesario por cuestiones de seguridad alimentaria—, para poder conocer su deriva y comprobar esa teoría.
Centenera, el mismo que en la primera jornada del cerco organizada por Acerga —ayer se celebraba la octava— salió de Sada vapuleado por el sector (entonces era subdirector general del caladero nacional), pidió colaboración a los pescadores, recalcando que «la captura accidental no es delito». Lo dijo en alusión a la campaña que Sea Shepherd ha emprendido denunciando la captura «de 5 delfines (porque los otros 15 que denunciaban no se veían)» por una pareja de arrastreros. El problema no es que los hayan pescado de forma incidental, pero «sí que tendrían que haberlo anotado en el DEA».
Interacciones en aumento
Además, las interacciones de cetáceos con la pesca va a aumentar. Es una de las consecuencias de los cambios habidos en el ecosistema del Cantábrico, precisamente lo que el jefe de área del Ministerio de Transición Ecológica fue a explicar a las jornadas organizadas por Acerga. Va a haber más capturas porque la población de cetáceos es mayor. Basándose en los datos de las campañas realizadas por España, Portugal, Francia y el Reino Unido (Scans) y por Irlanda (Observe) es posible que la población de delfín común ronde los 800.000 ejemplares. Una población robusta y que irá en aumento porque «una población bien alimentada se reproduce mejor» y lo que no le falta en el Cantábrico es alimento. Porque tras los cambios introducidos en el régimen de gestión pesquera a partir del 2002 y, sobre todo, a partir del 2013, la biomasa de especies pelágicas se ha incrementado exponencialmente. Así es que la anchoa está en niveles históricos, la sardina exhibe fortaleza, el jurel, sobre todo el del sur de Fisterra, también ha aumentado (cuestión aparte es que no se encuentre: «¿Dónde está el jurel de la 9a, que sale en las campañas acústicas y la flota no lo encuentra? Probablemente más al fondo en la columna de agua, reflexionó). La única mancha negra es la xarda, cuya biomasa ha descendido drásticamente «porque no se está gestionando bien». No será por culpa de la flota comunitaria, pues la UE ha asumido en forma de recortes los incrementos de Noruega, Islandia o las Feroe, pero lo cierto es que «nos hemos cargado el stock de caballa».
Pues bien, esa abundancia explica que en Galicia abunden las ballenas azules y cada vez caigan más atunes rojos en las redes de arrastreros, cerqueros y hasta volanteros, que llegan atraídos por esa profusión de pelágicos. Y ahí está la recurrente petición de la flota: poder comercializar esas capturas accidentales. Pero Centenera ya no manda en el caladero nacional, aunque recuerda que esa posibilidad se dejó abierta en el real decreto. Así que la petición se la volvió a llevar a Madrid Beatriz Colomo, jefa de servicio del área que antes llevaba Centenera —que también participó en la jornada— para ver si de esta va y, por fin, se permite descargarlos.