Surfear la ola antifeminista

Mª de los Ángeles Fernández Ramil PUNTO DE VISTA

OPINIÓN

Diego Radamés | EUROPAPRESS

05 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Tal parece que asistimos a la irrupción de una ola antifeminista, la que se asocia al auge de la extrema derecha. Se recurre, una vez más, a la metáfora de las olas para hacer gráfico cómo a los derechos que las mujeres vamos conquistando les siguen movimientos de reacción y oposición. La historia se encarga de demostrarlo desde que las sufragistas obtuvieran para las mujeres el derecho al voto esperando, a renglón seguido, una cascada de transformaciones. No solo no ocurrió, sino que arremetió la primera ola, denominada por Betty Friedan «mística de la feminidad». Se trataba de todo un dispositivo ideológico con pretensiones de mantener en posiciones subordinadas a las ciudadanas.

Si se aspira a que los avances y logros que se consiguen no se vean sometidos a recurrentes ciclos de olas y contra olas, no parece aconsejable confiar solo en expresar el malestar en manifestaciones en las calles, aprovechando ciertas fechas emblemáticas, o sentarse a esperar un viraje espontáneo del péndulo ideológico. No parece posible apostar a que sea la juventud la que repare las injusticias de género. Ha surgido el fenómeno denominado «brecha intergeneracional de género», manifestado en cambios ideológicos dentro de una misma generación, dependiendo del género. Así, las mujeres jóvenes se estarían desplazando más a la izquierda mientras que los hombres de igual edad lo harían a la derecha. Para entenderla, se les atribuye a discursos de odio antigénero en las redes sociales un rol preponderante en su nacimiento. Pero se incurre en un sesgo explicativo si se omite el posible impacto generado por declaraciones anti-hombre formuladas a bulto que algunas exponentes del feminismo instalado en las instituciones emiten de cuando en cuando. Es necesiario pensar seriamente en los hombres, pero hacerlo, eso sí, más allá de iniciativas vistosas, pero esporádicas, como lo fue en su momento la campaña HeForShe (El por Ella), lanzada por ONU Mujeres en 2016.

Los hombres fueron vistos como parte de la ecuación por la igualdad en el pasado. Basta con escarbar en los orígenes de la idea de esa «perspectiva de género» que se reclama para iluminar cualquier impulso de política pública. Se la menciona en un informe de Naciones Unidas del año 1997. Se planteó como «un proceso de evaluación de las consecuencias para las mujeres y los hombres de cualquier actividad planificada en todos los sectores y a todos los niveles». Cabe preguntarse en qué momento quedaron en el camino, siendo excluidos de ese propósito inicial de mapear brechas y desigualdades para ambos sexos.