
Muy bien pudo el rey Felipe VI mantener un encuentro privado y discreto con el follonero argentino. Pero no lo hizo. Podía haberlo celebrado, pero justificó su rechazo apelando a que «la política exterior es
Muy bien pudo el rey Felipe VI mantener un encuentro privado y discreto con el follonero argentino. Pero no lo hizo. Podía haberlo celebrado, pero justificó su rechazo apelando a que «la política exterior es