La guerra comercial de Trump hunde Wall Street y desata el caos en los mercados mundiales
Economía
Las tecnológicas se desploman hasta un 10% y el dólar sufre su mayor caída desde 2015 ante el miedo al parón económico en Estados Unidos. Los números rojos se extienden en Europa
03 Apr 2025. Actualizado a las 22:37 h.
Máxima volatilidad en los mercados financieros mundiales. Aunque los inversores llevaban semanas descontando un nuevo mapa en el comercio mundial, la guerra arancelaria impuesta por Donald Trump desató este jueves el pánico entre los inversores, que temen un frenazo económico del que EE.UU no saldrá indemne.
La agresiva estrategia de la Casa Blanca, mucho más dura de lo esperado, cayó como una auténtica losa en las bolsas mundiales, pero sobre todo en Wall Street, que sufrió el desplome de sus principales indicadores en una jornada negra para la principal plaza financiera del mundo.
La bolsa neoyorquina registró pérdidas de casi el 5% para el S&P 500 en su peor sesión desde 2022. No obstante, fue el índice tecnológico Nasdaq el peor parado, con un desplome cercano al 6% ante el pánico a una posible crisis de suministro global y la enorme dependencia de estos gigantes americanos a empresas como la taiwanesa TSMC, afectada por los aranceles. Grandes cotizadas como Nvidia (-7%) o Apple (-9,5%) sufrieron el golpe más duro.
La dependencia en sus cadenas de suministro de las fábricas fuera de Estados Unidos también golpearon los títulos de Nike, que se dejó un 14%. La onda expansiva ante el miedo al enfriamiento de la economía prendió rápidamente en Europa, con pérdidas que superaron el 3% en Italia, Francia y en el DAX alemán, uno de los más afectados por el enorme peso del sector automovilístico donde los números rojos oscilaron entre el 3% y el 4% para Volkswagen, BMW, Mercedes o Porsche, así como para fabricantes de componentes como Continental.
Las compañías ligadas al consumo también cayeron. Adidas, por ejemplo, se hundió un 12%. La menor exposición industrial permitió a la Bolsa española aguantar la tensión mejor que sus socios europeos, con caídas del 1,2% al cierre pese a los fuertes descensos de entre el 4% y el 6% registrados en sus cotizaciones por los bancos y las acereras.
La sensación en el mercado es que el contexto de recuperación en el Viejo Continente -con el esperado plan de inversiones en defensa e infraestructuras- podrá compensar en cierta medida el impacto de los aranceles, con lo que la economía estadounidense sería, al menos en el corto plazo, la más afectada en términos de crecimiento.
El foco se desvía ahora hacia las posibles represalias y las futuras negociaciones. La volatilidad está asegurada mientras dure la incertidumbre, con un mercado que no termina de entender la fórmula agresiva escogida por Trump para impulsar su economía. El problema es que en los últimos meses de 2024 muchos inversores entraron en Wall Street, animados por las promesas de rebajas de impuestos y otras facilidades fiscales. Pero el republicano se ha olvidado de todo eso centrando su estrategia en recaudar más con los aranceles, lo que ha acelerado la salida del dinero de los grandes fondos desde ese mercado hacia Europa.
La onda expansiva llegó también a Europa, con los nervios a flor de piel pero con caídas más limitadas. Con el euro fuertemente apreciado (escaló a lo 1,1065 dólares tras sumar casi un 2 %), entre las grandes plazas destacó la caída del 3,6 % de Milán y del 3,11 % de París —las mayores en dos años—, mientras que Fráncfort perdió el 3,08 % y Londres el 0,55 %.
En España, el Ibex 35 aguantó la presión y fue el que menos cayó de sus vecinos (el 1,19 %), hasta los 13.191,20 puntos.
De los grandes valores, sufrieron pérdidas superiores al 5 % Repsol y Santander, solo superadas por ArcelorMittal (-6,61 %), Acerinox (6,38 %) e IAG (5,77 %). En verde cerraron Solaria, Cellnex, Indra y Redeia.
El Brent se desploma un 6,42 %
En todo caso, el miedo al frenazo económico es patente en el mercado. Uno de los mejores termómetros para medirlo es el oro, que se mantiene en máximos como activo refugio por su excelencia.
Los inversores también buscan protección en la renta fija, impulsando con sus compras el precio de los bonos y, por tanto, tirando a la baja su rentabilidad, que se mueve a la inversa.
El interés del bono estadounidense a diez años se hundió a mínimos de cinco meses. Y el dólar aceleró su debilidad frente al euro, dejando el cruce entre ambas divisas en los 1,11 dólares. Para hacerse una idea del bajón, el par se movía en 1,07 el miércoles. Y hace solo unas semanas la gran preocupación era la paridad entre ambas monedas. La de este jueves fue, de hecho, la mayor subida del euro frente al billete verde desde 2015.
Las materias primas también absorben ese temor a la desaceleración. El precio del petróleo se despeñó un 7% en su mayor caída diaria desde 2022 con el barril de Brent -de referencia en Europa- a punto de perder los 70 dólares. A la presión sobre el crudo también contribuyó la decisión de la OPEP+ de bombear a partir de mayo el triple de la cantidad inicialmente prevista.